Los regalos que se entregan a los invitados en una boda pueden ser algo despreciable por su nimiedad o puede llegar a ser algo fundamental para que todos regresen a sus casas con un buen sabor de boca. No te arriesgues y planifica con cuidado los detalles que entregarás como recuerdo de tu boda.
miércoles, 23 de enero de 2013
Pistoletazo de salida para las novias
Metidos de lleno en el crudo invierno, lo único que apetece es hacerse buen acopio de leña para la chimenea y coger un libro para relajarse junto al fuego.
Eso es al menos lo que una persona normal suele hacer en estas fechas de frío y viento, donde salir a la calle se considera un deporte de riesgo.
Pero las mujeres, en ocasiones, no nos comportamos como personas normales, sino que podemos llegar a sorprender a un grado extremo, haciendo cosas impensables para alguien medianamente razonable. Ahí es donde está el matiz que nos distingue del resto de los mortales. Y todo esto se multiplica si hablamos de una mujer comprometida para casarse, es decir, una novia.
Cuando te asomas por la ventana y ves caer la nieve, lo que te apetece es relajarte. Pues no, a las novias les apetece planificar su boda. Y es que por estas fechas es cuando se da el pistoletazo de salida para las novias que se van a casar. Suelen ser bodas primaverales o veraniegas, y es ahora cuando, unos meses antes, empiezan los novios a planificar toda la boda.
Tal vez haya algunos aspectos de la boda que ya están más que hablados. O incluso decididos. O incluso preparados por completo. Podría ser el vestido de novia, porque es uno de los puntos clave de la boda. Pero quizás falte todo lo demás: regalitos, alfileres de novia, invitaciones, estuches de arras, complementos de la novia, bisutería, preparativos, pruebas de menú...
La fecha y el lugar también se saben ya, desde hace mucho tiempo, porque se planificó lo primero. Pero ahora falta ultimar detalles. Hablar con el párroco o alcalde. Hablar con el jefe del restaurante o del lugar de celebración. Hablar con los papás, que tienen siempre su opinión sobre todo lo que se hace. Y otros muchos aspectos.
Es normal que ahora empieces a sentir nuevas sensaciones tales como ansiedad, agobio, preocupación, miedo... O a veces también alegría, ilusión y esperanza (porque no todo va a ser malo).
Busca los consejos de aquellas personas que te estiman y aprecian. Los que de verdad te quieren sabrán cómo ayudarte en estos momentos tan críticos. Quedan pocos meses para la boda, surgirán dificultades y se acercarán a ti solo los que sean verdaderos amigos.
La primeravera pronto llegará, y el verano tras ella. Se ve la luz al final del túnel. La nieve que ahora cae pronto será derretida por el implacable sol, y justo en ese momento te veré esbozar una sonrisa, porque tu felicidad estará muy próxima, porque la novia alegrará su cara el día de su boda.
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Madrid, España
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